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Takuto Tsunashi, un vampiro peculiar a su manera...[R-Li]

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Takuto Tsunashi, un vampiro peculiar a su manera...[R-Li] Empty Takuto Tsunashi, un vampiro peculiar a su manera...[R-Li]

Mensaje por Invitado Miér Feb 08, 2012 5:19 pm

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·Nombre del Personaje·
{Takuto Tsunashi}

[·Naturaleza·
{Vampiro Nivel B}

·Sexo·
{Masculino}

·Edad·
{Aparenta Aprox. 16 años}

·Curso·
{1er Grado}

·Clase·
{Clase de la Luna}

·Apariencia Física·
{Físico de Tsunashi Takuto}
Casi un chico de lo más clásico, aunque sí que se preocupa por su físico. Le gusta verse bien, aunque siempre está floreciendo su lado de rebeldía por doquier. Con un tono de pelo pelirojo, y algo alborotado y casi sin peinar, es tal y como él mismo se describiría. Tiene un corte de pelo un tanto raro, pero se podría decir, sin llegar a equivocarse, que lo tiene de un tamaño medianamente largo, siempre terminado en punta y por mechones. De ojos bastante abiertos, y de completo fulgor, teñidos de un intenso color rojo. Mirada risueña y a veces, aparentemente perdida. Facciones no muy notorias, pero que le dejan ver su rostro aniñado. Tiene un cuerpo bien formado, y marcado, sin llegar a ser del todo musculoso, pero se nota que con el ejercicio y demás, da sus frutos al final. Aparenta ser, no más que un simple humano a primera vista, pues no parece ser, que se le delate por el físico. Es de estatura más bien normalita, de entre 1,72 m. Pesa alrededor de 60 Kg. Cuando se transforma en Vampiro, y hace salir sus colmillos, la parte frontal de su pelo (o flequillo), se vuelve de un tono rubio chillón. Y sus ropas, se vuelven como las mismas que llevaría un Príncipe, o algo similar (Si, con capa incluida, por supuesto. Esto deja claro, que es alguien muy escénico).

·Imagen del PJ·
{Fotos de Tsunashi Takuto}
Tsunashi Takuto - Humano:
Tsunashi Takuto - Vampiro:

·Psicología·
{Personalidad de Tsunashi Takuto}
Joven despreocupado y sereno, a la par que temperamental. De aparente incomodidad hacia los demás, pero de pertenecedor de un gran corazón. Torna su carácter, como pacífico, y a la vez, hablando en modo provocativo. Su voz muy sonora, produce casi se le escuche, aunque hable en bajo. Tiene muy buen oído, y es capaz de leer los labios de las personas sin casi equivocarse en algo. Ignora solo lo que quiere, pero realmente rara vez se le ve capaz de centrarse en algo en concreto, pues es capaz de abandonar lo que esté haciendo (aún siendo importante) por algo que le llame la atención. Nunca se atiende a las reglas, pero a pesar de eso, las usa para beneficiarse de sus actos, tomándolas y enrevesándolas justo como a él le de la gana. Gran manipulador, y un excelente confidente de secretos. Nunca dirá algo fuera de contexto, a no ser, que se esté quedando contigo (conste que no va por malas, le encanta bromear y ver como la gente pone cara de enfado, es decir, adora meter cizaña). Siempre indaga en un asunto, y no suele dejar las cosas a medias, pues cree que hay que mantener las cosas siempre bien. Maniático del orden y muy irónico, pues a pesar de decir muchas cosas, hace lo contrario en la mayoría de ocasiones que se le presentan. Es capaz de ponerse serio cuando se lo propone, pero prefiere mantener esa parte de él oculta. Como su envestidura facial dicta, este joven, sabe como transmitirle las emociones a los demás, mediante una simple expresión. Hasta tal punto llega esto, que puede conseguir hacerte creer algo que es mentira. Carismástico y valiente, no dudará en salir a defender a quien el crea conveniente. Odia las desigualdades, y piensa que si un combate no es justo, no vale la pena. Le encantan las batallas, y es osado cuando lo precisa. Impulsivo y, visto por los demás, un metomentodo, pues le encanta saber cosas de los demás. Su espíritu de aprender es muy grande, y cuanto más se le resiste una cosa, más le gusta. Como no se rinde con facilidad cuando algo le gusta, tiende a ser incluso pesado y mayormente persistente. Aunque es algo antipático, y directo cuando habla por primera vez a las personas, luego se torna más amable. Pasa de tener problemas, y solo hará lo necesario, o lo que crea conveniente. Es responsable de todos sus actos, y le gusta salir airoso de los obstáculos que la vida pone ante él. Esperanzador, y tratando de ver el lado positivo de las cosas. Lamentablemente, es más fácil de lo que parece, pues es un chico muy clásico y simple. Él habría querido ser alguien normal, pero no se le fue otorgado ese placer. Los humanos, le resultan algo que no llegará a comprender jamás, porque ellos, aún teniendo esa frágil historia… persisten por vivirla. Amante de las mujeres, siendo sus favoritas las que tienen una cara aniñada, como las de las lolitas. Siempre calmado y alerta, es complicado hacerle enfadar, y odia que traten a los demás como si fueran meros juguetes (aunque realmente él los ve como objetos y marionetas usados por la vida misma -incluyendose a él-). Aún cuando se pone serio, es alguien que parece estar calmado, sus actos, no le delataran en absoluto. Es por ello, que resulta hasta intimidante cuando afila su mirada, llegando a provocar que aquellos que están a su alrededor, tiendan a sentir un aura de maldad que no logra controlar. Como dejando desprender su energía a cada paso o acto que realice. Es difícil que alguien le resulte completamente interesante, y si este se da el caso, más vale que esa persona no trate de escapar de él, o se verá en más problemas de los que parece. No hay nada que le resulte más adorable, que ver a una mujer teñida de rubor en las mejillas. La vergüenza no es algo que forme parte de alguien con su carácter, y el tener remordimientos, no es capaz de verlo. Si hace algo, lo ha hecho. ¿Qué sale mal? Pues ya se haré mejor la próxima vez. Siempre con un aire elegante, cuando es vampiro, suele dejarse llevar por sus deseos. Renunciar a lo que más le gusta, no le agrada en absoluto.

·Historia·
En las grandes Historias, siempre hay un gran principio. Pero, la vida de Takuto, no ha sido nada fuera de lo común en la vida de un vampiro perteneciente a la mayor casta de la nobleza. Sus padres, eran como los comunes, y lo obligaban a ir a las reuniones que estos preparaban para el pequeño. Aún teniendo no más de 3 años, ya había empezado a “cazar”. Sus padres siempre hacían que le trajeran mujeres hermosas para que su niñito pudiera crecer fuerte y sano, siempre bien alimentado. Era común verle comer mínimo 4 veces al día. Aún en esa época, sus instintos de descubrir lo que hubiera fuera de entre esas cuatro paredes en las que tenía que vivir (y no es que fuera por las compañías, pues siempre estaba bien rodeado de 2 doncellas y un mayordomo que satisfacían las necesidades y antojos del niño). Siempre un joven educado, y de mirada risueña, crecía lleno de vitalidad. Aunque como en tan tierna infancia, algo debía de pasar para que no estuviera cómodo, a pesar de estar bien atendido. A medida que este estudiaba, sus ansias de saber más, se apoderaban del crío. Siendo así, algunas de las pocas cosas que le gustaban: La Historia, Música, y para más extrañamente visto en un niño de sus edad, la Psicología.
Pasarse el día leyendo libros. Libros, libros y más libros. Era ya muy normal para los presentes el verle en la biblioteca de la casa, sentado en una grande silla en dónde le colgaban los pies. Alzando la vista encima del libro, mientras era atendido por una de sus sirvientas. La más cercana a él, una joven de verdes cabellos, hermosamente bella, y portaba una cara provocativa que la hacía de lo más tentadora para los jóvenes vampiros con las hormonas alteradas. Celosos, de que un vampiro tan pequeño, fuera tratado mejor que ellos. Aún así, siempre era tratado por ella, como si de su propio hijo se tratase. Algo, que a la madre del chico, no le gustó en absoluto. Poniéndose celosa de la sirvienta que se mantenía al lado de su vástago. Sin embargo, alguien más que la madre, estaba atento a los movimientos de la vampiresa que le atendía al joven Takuto. Su padre. Quien no dudaba en mirarlas con aire de deseos de devorarla. Pero claro, a pesar de que una se quería deshacer de ella y el padre, hacerse con el cuerpo de la chica, el niño pequeño, la mantenía siempre a su lado. Pues la edad de 11 años, fue alcanzada con el paso del tiempo, dándole cosas que pensar.
La peliverde, tan solo obedecía las órdenes que este le daba. Llegando incluso a dormir juntos, para prevenir cualquier ataque a la sirvienta, que siempre estaba atenta de que no le faltara nada a su amo. Pasaban los días, y de nuevo, las reuniones, se hicieron aparecer en la rutina, a la que estaba acostumbrado el vampirito. No superando el metro treinta de estatura, dejando mucho que ver en su cara de jovencito aún, se preparó para una reunión, de la que no saldría airoso.
La presión pudo con el pequeño, cuando los jóvenes de la sala, ser acercaron a sus dos sirvientas, para vete tu a saber, qué cosas querer hacerlas, ya que con la mirada, parecían comérselas. Sentado en un gran sillón, tal y como mandaron sus padres el niño, solo podía tenerlas a las dos lo más cerca de él posible. Claro, no contó, con que la otra chica a la que estaba acostumbrado a ver como su consejera, más que su maid, cogería al poco, un afecto más que servicial, al niño que por ahora, ignoraba eso. Solo le interesaba cuidar lo que le pertenecía. Al parecer, en esa reunión, ocurrieron más cosas de las que él pudo enterarse…
La chica a la que tanto admiraba Takuto, realmente, no estaba más que ocupada de que nadie tocara a su compañera. ¿Por qué? Algo raro estaba pasando entre las dos compañeras de trabajo (Las cuales, se gustaban entre ellas, y por eso que podían ser tan atentas por el sexo opuesto, puesto que mantenían una relación sentimental. Siendo esta ocultada para que no las despidieran pues estaban a gusto con su trabajo a pesar de todo). Por otro lado, Takuto, comenzó a mirar la sala, relajándose de que las dos mujeres, eran capaces de defenderse de sus acosadores por así decirlo. Pudiendo centrarse en otra cosa, dejó la vista en una vampiresa que se le acercó. Ella no tendría más que 5 años de vida, y no parecía tener mucha consciencia de dónde estaba. La Familia de la pequeña, parecía estar alterada al ver a la niña tan cerca del joven del “trono”, si es que se lo podían llamar así. La niña se le acercó, y él le tendió la mano, bajando del trono. La sonrió levemente, y la acompañó hasta la compañía de sus padres. Dejándola en buenas manos. Tras eso, se hizo desaparecer en la fiesta, escapándose a la ciudad. Intrigado, en quienes eran esos frágiles seres que dominaban la mayor parte de la tierra. Fue seguido por la niña de antes, y casualmente los dos, se perdieron en la ciudad.
Una pareja humana, les ayudó y acogió en una casa, durante esa noche. Pero el hambre pudo a los dos niños, quienes habían congeniado muy bien y finalmente, acabaron con las vidas de los 4 integrantes de esa casa. Así, se escaparon y volvieron por sus pasos con una extraña y mala sensación. La vista fue mala, cuando llegaron a la fiesta, todo estaba lleno de cenizas y nadie quedaba en pie. Sus padres, estaban aún vivos (bueno, más o menos) y estaban afuera, por la parte del patio de reuniones, pues sus voces, fueron oídas por la pequeña que le acompañaba. Al parecer una feroz batalla, fue librada, y los supervivientes volvieron a casa. La niña pequeña, fue acogida por ellos, como una más de la familia, otorgándola así, el apellido de la familia.
La verdad de esa fiesta, fue simple: Los padres, quienes en realidad tenían muchas dudas de los demás, y recelos de que las sirvientas estuvieran tan cercanas a su niño… fueron los causantes de tal atrocidad. Avisaron a los cazadores de forma anónima, y los atrajeron a ese lugar, para que hicieran el trabajo sucio eliminando a los testigos. Mientras tanto, el padre violó y abusó de las dos sirvientas quienes fueron posteriormente maltratadas por su madre, celosa, de que hubieran conseguido el aprecio de su hijo. El cual, seguía sin saber nada de esto. Y para terminar, la niña, fue manipulada por los padres y sus poderes, para vigilar al pequeño mientras ellos realizaban todo ese plan.
Pasaron unos pocos años más, y al parecer, el pequeño vampiro, se convirtió en un joven bien apuesto, y realmente preparado para recibir la herencia familiar de los poderes. Siendo así, la ceremonia tardó poco en celebrarse. El chico, fue vestido para la ocasión, con una especie de traje principesco, con el cual, parecía cómodo. Su “hermanita”, optó por un atrevido vestido, que dejaba ver, como se estaba ¿desarrollando de bien? Acudieron al Templo de la familia, escondido tras una cascada y allí, se le traspasaron los poderes de sus ancestros. Los cuales, eran únicos, y solo posibles de manejar por esta casta vampírica. Esto, produjo en el chico, cambios, que aún ahora son notorios. Luego de eso, dejó beber a su hermana postiza de él, y viceversa, haciendo un pacto de sangre que casualmente, fue echo por la doncella más joven de la casa. Sus padres, tras esto, dejaron descansar a los niños.
En los dos años siguientes, Takuto, empezó a actuar de forma diferente. Su hermana dejó de ser un entretenimiento para él, y el dolor por tener que soportar tanto peso de la familia, le agotaba mentalmente llegando a colapsarse en ocasiones, haciéndole perder la razón, y siendo posible, cualquier reacción. Por ello, y viendo la curiosidad que le causaba en el joven, el poder conocer a los humanos, fue enviado a la Academia Cross, para según él: “Encontrar algo Interesante que hacer”


·Habilidad·
[Habilidades Esenciales de Vampiros]
-Velocidad.
-Fuerza.
-Borrar la Memoria en Cortos Lapsos de Tiempo.[i]

[Habilidad Vampírica Principal]
-Excentra Shion-
[i]Conocida poéticamente, como la “Visión del Horizonte”, o mejor dicho: Luz. A la contrariedad de su Naturaleza, se encuentra esta habilidad. Pero no es una Luz cualquiera, sino la misma luz que aflora de los Sentimientos, como nosotros conocemos, La Energía Vital. Reside en todos y cada uno de los seres que contienen un mínimo de vida, o capacidades para ello. La sensación de cada uno por la que todos siempre han querido luchar, es procedente de algunos seres que han conseguido una paz con ellos mismo, como hizo Takuto. Un poder que ha pasado por las Generaciones de esta Familia, heredado por el ADN, y únicamente (aún habiendo otros poderes derivados como la Vitalidad, o cosas por ese estilo), la energía más pura de todas ellas, solo la han podido desarrollar, en este antiguo legado. La Habilidad de este Vampiro, es poder convocar esa energía, presente en sí mismo (No de otras personas, a no ser, que este las haya mordido previamente y se la haya arrebatado. Para ponerlo simple, algo parecido a lo que hacen los Íncubos, robar esa energía a través, en este caso, de la sangre). Con ello, consigue que pueda cristalizarla, y formar objetos (El tamaño de los objetos variará en proporcionalidad al nivel de energía del emisor) o bien, comúnmente sus ropas (Lo que no gasta mucha, y es completamente ropa sin ninguna habilidad especial, pero le hace parecer, según él, más como un caballero). Formar escudos, como si fueran unas burbujas, pero con más dureza. Ó, simplemente, lanzarla en bolas de energía o rayos, que gracias a que estas buscan también energía, la persiguen hasta explotar. En su forma pura, puede manifestarse en destellos de luz, también usados como propulsor, etc. Todas estas cosas, van consumiendo la energía del vampiro, llegando a ser ese su punto más débil. Por ello, requiere ser alimentado frecuentemente.


{Clyon y Alphar}
Dos potentes espadas de luz, que puede crear para ser portadas en ambas manos. Son muy ligeras, pues apenas es difícil manejarlas, y constan de un dato interesante en ellas. Clyon, es parte de la energía formada por los buenos pensamientos del joven; mientras que, Alphar, está formada por los sentimientos negativos que producen los recuerdos en él.
Clyon y Alphar:


·Otros Datos·
{Le llaman, “El Encantador Galáctico”}
{Sus poderes, le dejaron una marca de por vida, en el Cuerpo}
{Tiene un tatuaje de un Escorpión en la Cadera, porque es el Símbolo Familiar}
{Le gusta mucho Observar}
{Parece mal-humorado, porque es}
{Es un Asesino, que mata sin Remordimiento Alguno}
{Le encantan las Lolitas (?)}


·Registro de tu Avatar·

-Usuario-
{Takuto Tsunashi}

-Nombre Personaje-
{Takuto Tsunashi/Ginga Bishounen}

-Anime/Manga-
{Star Driver: Kagayami no Takuto}

“P·r·o·m·e·t·o·C·u·i·d·a·r·M·i·O·r·t·o·g·r·a·f·í·a”


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